lunes, noviembre 21, 2005

Historias Siniestras y Mínimas


¿Se han fijado en la torpeza de la mano derecha de un zurdo?






La Mano No Cuenta

El sushi bar no estaba tan concurrido como otras veces. Edwin, tras la barra, con mano diestra hacia los cortes en el pescado para luego aderezarlo en el wasabe y armar una bolita de arroz con su trocito de ebi, maguro o tuna. Lo mismo cuando cortaba los makis y sacaba diez redondos trozos. Al costado, un muchacho de ojos pequeños -japonés a leguas- esperaba impaciente le coloquen los primeros bocadillos.

Una vez servido, separó los palillos de bambú con la mano derecha y la boca, se los colocó en la mano izquierda, que era en realidad una prótesis inerte. Luego empezó a comer apresurado. Edwin, me acercó la orden de sushi y sashimi, notando que miraba fijamente al curioso vecino de barra. "Felizmente está comiendo con la mano buena, porque cuando usa diestra, todo el arroz, que desperdicia".

Hernán Polo, Octubre 2005.


Praxis

Me retiro de la entrevista y, de antemano, sé que no me van a elegir. Demonios, jamás tendré una segunda oportunidad, eso está claro. La fundación otorga una de estas becas cada diez años. Ya me lo habían dicho: la derecha hombre, la derecha, practica un poco con una bolsa de agua o una zanahoria, esos detalles cuentan. Y sí, claro que los detalles cuentan. El mundo entero no está hecho para los zurdos. Tardé un poco en colocar el anular y al índice lo percibí casi como un cadáver y, bueno, al final no estreché sus manos con la decisión y autoridad que se espera en estos casos, estoy seguro. En fin, ya veré la forma de continuar con mis investigaciones. Además, creo que ya se habían impacientado un poco cuando les hice saber que mis estudios para demostar que no son cuatro elefantes sino cuatro rinocerontes sobre los que reposa la tierra, se habían interrumpido por falta de financiamiento.

Augusto Effio, Octubre 2005.

Textura

Y si te fijas, nadie se podría dar cuenta que acaba de salir del Larco Herrera. En serio. Estuvo dos años. Ahora te digo. La semana pasada lo vi en casa de su madre y me dijo que se había regenerado, o al menos, que estaba en eso; parece que también es un tema de lateralidad porque él es zurdo, ¿sí sabías, no?. Espera que ya te digo. Una vez por poquito se desmaya, ¡si no lo haría como una bestia!. Ahora se está curando, según el doctor. Onanista es. Dieciocho veces al día, nueve sólo con la izquierda. No me fijé: cuando se despidió, sí llegaste a darle la mano, ¿no?.

Carlos Barrientos, Octubre 2005.

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